Esta entrada tiene como objetivo reflexionar respecto a la infografía para divulgación del patrimonio arquitectónico. Se plantean las siguientes preguntas:
Las investigaciones realizadas en torno al patrimonio, que están financiadas en la mayor parte de las veces por entidades públicas, no suelen llegar a la sociedad, la cual debería ser la mayor beneficiada de eso. ¿Por qué ocurre eso?
¿Cómo podría mejorarse la difusión de las investigaciones sobre el patrimonio?
¿Qué formatos y herramientas podrían usarse para ello?
¿Qué riesgos y precauciones deberían tomarse?
Quizá haya una falta de interés por ambas partes, la comunidad académica y la sociedad, que puede traducirse en un fallo de comunicación.
La comunidad académica, responsable de la investigación del patrimonio, puede ser demasiado cerrada en los métodos conservadores de divulgación. La sociedad, al asimilar estos estudios con algo pesado, puede perder su interés por saber más sobre el tema. Esto va en contra del enfoque adoptado en la Carta de Icomos de Ename, visto en la clase sobre cartas y convenciones, que considera la interpretación del patrimonio y la concienciación como parte de la conservación. Según el primer vídeo presentado en la clase del 14 de mayo, esto puede resolverse con estrategias de comunicación adecuadas, lo cual, de hecho, tiene mucho sentido.
La difusión de la investigación sobre el patrimonio podría mejorarse poniendo en práctica estas estrategias. Basado principalmente en la Carta de Ename Icomos, la Carta de Londres y Los Principios de Sevilla, tiene como parte de la investigación trazar un objetivo para la investigación, que se puede combinar con una estrategia de difusión desde el principio.
Los formatos y herramientas que pueden utilizarse para ello son variados. Desde libros infantiles para niños, videojuegos para adolescentes y visitas guiadas de realidad virtual para jóvenes, adultos y ancianos. La interactividad debe ser muy bienvenida en este punto, ya que despierta aún más el interés de quienes consumen la información. Creo que en este punto, la creatividad podría actuar con total libertad, pero aquí vienen los riesgos y las precauciones necesarias.
Como se trabaja con hipótesis, no se puede tener algo como verdad absoluta y esto debe quedar muy claro para que la persona que recibe la información sea consciente de ello. Según el principio de documentación de la Carta de Londres, "debería quedar totalmente claro el alcance y la naturaleza de cualquier incertidumbre factual".
Referencias:
Rodríguez Moreno, Concepción. "Cartas y Convenciones de Restauración".
Rodríguez Moreno, Concepción. "Infografía para la Divulgación del Patrimonio Arquitectónico".
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